jueves, 16 de marzo de 2017

Ya llega la primavera y comienzan las alergias a brotar…

El polen de gramíneas es la primera causa de alergia respiratoria estacional y es responsable de enfermedades como la  rinoconjuntivitis y el asma.

La rinitis alérgica afecta a casi 1 de cada 4 europeos y la sensibilización a  polen de gramíneas es la causa más frecuente de rinitis alérgica, supone un 30-50% de las rinitis alérgicas en países industrializados.


Photo by @prostooleh Oleg Baliuk

Las gramíneas son las plantas más abundantes en la tierra, se han descrito más de 650 géneros distintos y alrededor de 12.000 especies, constituyendo el 20% de la masa vegetal de nuestro planeta aunque entre todos los géneros existe una importante reactividad cruzada, es decir comparten ciertas proteínas y el que es sensible a una de ellas en mayor o menor medida, lo es al resto.

En  nuestro país, los meses de Mayo y Junio son en los que se recoge mayor cantidad de polen, aunque el periodo de polinización se puede prolongar en función de distintas variables climatológicas (humedad, temperatura, pluviosidad pre-estacional, etc.), por lo que es posible encontrar polen de gramíneas durante todo el año en diferentes zonas de la península.

Además, en los últimos años se han incrementado, debido posiblemente al cambio climático, otros tipos de polen como el de los cipreses (arizónicas) plátanos de sombra, parietaria, etc.

También existe una clara relación entre la pluviosidad pre-estacional en las zonas de clima continental y la polinización de las gramíneas aunque no es la única variable, de tal manera que si durante los meses de octubre a marzo llueve de forma abundante, es probable que en primavera, la concentración de polen de gramíneas sea elevada, lo que hace poder predecir en general si el año será mejor o peor para nuestros pacientes.

Son varios los estudios que han relacionado el recuento de pólenes con la presencia de síntomas y así se estableció un umbral para el polen de gramíneas de 35 granos/m3, a partir del cual los pacientes sensibilizados presentarían síntomas respiratorios, aunque posteriormente se ha valorado la presencia de ciertas partículas y sustancias presentes en la llamada contaminación ambiental (resultantes de la combustión de los carburantes diesel) que potencian la actividad de los pólenes.

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Las gramíneas, además de su papel demostrado como inductores de alergia respiratoria, pueden causar alergia alimentaria a través de mecanismos de reactividad cruzada con alimentos de origen vegetal.

En aquellos pacientes que sí presentan alergia a alimentos asociada a la sensibilización a profilina, la manifestación más frecuente es la aparición de un síndrome de alergia oral (SAO), siendo excepcional otro tipo de reacciones, debido a la poca resistencia de este alérgeno a la digestión gástrica y su alta resistencia a la saliva. En general, por la termolabilidad de esta proteína estos pacientes toleran la ingesta de frutas y verduras cocidas.

Diagnóstico de la enfermedad

El diagnóstico de la enfermedad alérgica es clínico, es decir, a partir de los síntomas del paciente, aunque es necesario completar con el estudio alergológico adecuado para definir los alérgenos implicados.

Un buen ejemplo son las pruebas cutáneas (Prick-test), que consisten en reproducir en la piel del antebrazo, la reacción que sucede en la mucosa nasoconjuntival y son  las más utilizadas por su rapidez, fiabilidad y escasas molestias para los pacientes.

También el laboratorio en ocasiones es imprescindible: El diagnóstico molecular puede diferenciar entre ciertas proteínas de los pólenes (alérgenos mayores y menores) y así hacer diagnósticos diferenciales pudiendo predecir incluso una buena o mala respuesta a la Inmunoterapia.

El tratamiento de la rinitis y el asma alérgicas por polen de gramíneas incluye:

- Evitar el  alérgeno responsable
- Tratamiento farmacológico que aliviará los síntomas
- Inmunoterpia específica, siendo únicamente esta última la que ha demostrado modificar el curso natural de la enfermedad y prevenir el desarrollo de asma en pacientes con rinoconjuntivitis alérgica.

Tanto la Inmunoterapia subcutánea  como la Inmunoterpia sublingual  han demostrado ser efectivas en el control de los síntomas y la reducción del uso de medicación en los pacientes alérgicos al polen de gramíneas.

Texto: Dr. Adolfo Vélez, Alergólogo Hospital de la Reina