jueves, 27 de diciembre de 2012

La mujer que vino del frío


Como la famosa novela de espías, la Dra. T. apareció en mi vida durante mi estancia en el crudo invierno de 2002. Eran años duros, de jornadas inacabables de trabajo, empalmando salidas de guardia con jornadas de trabajo ordinarias, intercaladas con los cursos de Doctorado y las sesiones clínicas que, un día sí y otro también teníamos que presentar si no queríamos recibir la reprimenda consiguiente. En definitiva, años intensos, pero no por ello menos felices, de tal modo que muchas veces uno no puede evitar sonreír cuando echa la vista atrás…

Como les decía, la Dra. T. apareció como salida de la nada un buen día en nuestro despacho. Venía a hacer una rotación por nuestro Hospital, pero como buena extranjera, no hablaba ni pizca de castellano, así que necesitaban a alguien que dominara el inglés con cierta soltura. Como quiera que un servidor tiene como suya propia la lengua de Shakespeare, no tardaron en adjudicarme a la citada doctora más de treinta segundos. Reconozco que al principio me molestó bastante, no por nada en especial, sino porque consideraba que mal iba yo en aquel momento a enseñar a nadie cuando me encontraba en pleno proceso de aprendizaje…pero todas las dudas se despejaron cuando entró por la puerta: entró una chavalina de esas a las que deberían poner un cartel de “sé que soy guapa, pero si me miras tanto me desgastas”, con una amplia sonrisa. Además, demostró en los días siguientes una prudencia, un saber estar y unas ganas de aprender que acabaron por rendirme; a los pocos días, los pases de visita y las sesiones conjuntas eran una costumbre habitual. Tanta fue la complicidad, que muchos compañeros me animaban a cambiar mi estado civil de libre y sin compromiso por el de “ocupado”, pero por aquel entonces mi cabeza no estaba para aquellos menesteres: prefería disfrutar de una amiga, sin más.

Un día, cuando la rotación de la Dra. T. estaba a punto de finalizar, entré en el despacho del ala Norte donde teníamos a los pacientes hospitalizados: allí estaba, con el rostro oculto entre las manos, llorando. Cuando me acerqué a preguntarle qué sucedía, me contestó con una mezcla de inglés y de su lengua natal, hablada a tal velocidad que apenas podía entenderla…tras un rato, logré que se tranquilizara y me explicó: había tenido un mal día porque no entendía el libro en castellano de Urología, y cuando ya estaba a punto de rendirse, alguien, sin percatarse de que estaba estudiando allá dentro, apagó las luces y cerró la puerta. Como vió en mi rostro la expresión de “no entiendo nada” me contó que, cuando era pequeña, su padre llegaba a altas horas de la noche borracho y con la luz apagada, la sacaba de la cama e intentó, en más de una ocasión tirarla por la ventana…por eso era incapaz de permanecer en cualquier habitación con la luz apagada, incluso cuando dormía…

Pasaron los días, y la rotación llegó a su fin: mi amiga tenía que volver a su país y yo ese día estaba de guardia: vino a verme, a despedirse y a decirme que la próxima vez en su país. Le dí un abrazo antes de que se perdiera en medio de la oscuridad de la noche castellana, mientras bajaba por la rampa del Hospital…años después, logré ir a su país, pero no pudimos encontrarnos, aunque sé que está bien y que es feliz. Por eso, hoy les cuento esta historia, para explicarles que las reacciones de una persona no deben juzgarse sin conocer su biografía, para decirles que lo que hagamos con un niño marca el resto de su vida, y sobre todo especialmente, para decirle a mi amiga perdida lo mucho que me gustaría comprobar que, cuando duerme, la luz está apagada. Además de decirle lo muchísimo que la echo de menos. 



Dr. Ángel Fernández Díaz

viernes, 28 de septiembre de 2012

Esa juventud…(hay de todo en la cantina)


Que la juventud está perdida es una de las frases más manidas y repetidas a lo largo de la Historia de la Humanidad. Aquellas palabras de “esta juventud de hoy no sabe lo que es trabajar duro…en mis tiempos…” forman parte de esa colección de frases memorables al estilo de “Tócala otra vez, Sam”.

Sin embargo, al que escribe le mosquea bastante esa afirmación: en primer lugar, porque el concepto de joven es muy variable en función de la persona a quien preguntes y en segundo lugar porque puede darse a entender que todos los males del mundo se deben a las generaciones venideras.

Pues lo siento mucho, señores: en las generaciones previas ha habido de todo…desde gente honrada y trabajadora cuya única misión era sacarse las castañas de fuego y formar una familia a verdaderos ladrones, estafadores, sinvergÚenzas, amigos de lo ajeno, entendidillos en todo y sabios de nada. Las generaciones previas montaron y sufrieron guerras mundiales, estafas, crisis económicas, hambrunas, de las cuales no puede atribuirse responsabilidad alguna a las generaciones que habían de venir después.

Todo lo anterior no quiere decir que ahora mismo tengamos angelitos de diseño: es cierto que la cultura del mínimo esfuerzo imperante en nuestra sociedad desde hace más de veinticinco años, unido al deseo legítimo de los padres por proporcionar a sus hijos una vida más cómoda que la ellos mismos pasaron han provocado que, en amplios sectores de esta capa social se haya interpretado que ciertos privilegios deban ser derechos incontestables: ¿Qué el niño ha perdido su chaqueta de cien euros?...se compra otra aunque su padre gane quinientos. ¿Qué el niño quiere el teléfono móvil aunque tenga once años y no lo precise?...se compra el de última generación…¿Qué el niño se quiere ir de vacaciones a Canarias seis días?...yo te lo pago nene.

En suma, toda una serie de circunstancias que han acomodado y malcriado en parte a una capa social concreta. Pero ojo: dentro de esta misma capa hay chavales que se pasan doce horas en un restaurante de comida rápida para ganar unos euros que le permitan pagar sus gastos, chicos dando clases para sacarse un sobresueldo extra e ir tirando, chavales de veintitantos años metidos en una habitación once horas diarias para estudiar una oposición e intentar aprovechar el futuro, colaboradores de ONG, personas que se van a trabajar al extranjero para buscarse la vida y sentirse útiles…todas ellas forman parte de la llamada “juventud”…como antes ha sido y como siempre será.

Dr. Ángel Fernández

miércoles, 8 de agosto de 2012

La sonrisa de "B"


Hoy no quiero hablarles de falsos mitos o de medicina: hoy, simplemente, quiero contarles algo acerca de mi amiga B.

Un servidor tuvo la fortuna de conocer a B. allá por el año 94, cuando arrancaba el segundo año de Medicina. Sin embargo, fué a partir del quinto curso cuando, a raiz de una guardia en la que coincidimos comenzamos a tratarnos más a menudo. Y reconozco que me impresionó: no ya por esa cara de muñeca tan encantadora que tenía, o por esos ojos que reflejaban tantas cosas por cada décima de segundo; ni siquiera por esa perenne sonrisa que siempre asomaba en su rostro cada vez que te la cruzabas. Podría decir que lo que me llamaba la atención era su increíble capacidad para entender en diez minutos lo que a un servidor le llevaba casi cincuenta (encima lo hacía con tal naturalidad que nunca te sentías en inferioridad), pero tampoco sería cierto…¿sus ansias de viajar de un lado para otro, tal vez, igual que una paloma mensajera?, tampoco era eso. Mi amiga B. tenía un encanto especial, algo que he podido encontrar en mi vida en dos o tres personas nada más: con B. tienes la sensación de que todo es posible, que puedes hacer cualquier cosa por loca que parezca si te la propones. Cuando no ves las cosas claras, charlar con B. ilumina tus sombras y despeja tus miedos. Cuando B. sonríe, el mundo parece volverse mejor y siempre saca lo mejor de ti mismo...vamos, que es una de esas personas por las cuales sabes que esta raza nuestra merece la pena.

Pasaron los años, y mi amiga B. se fue a vivir a Cataluña donde, en medio de un mar de recortes y desastres de la Sanidad, reparte caramelos de alegría a los niños delicados de corazón, iluminando su mundo como hizo antaño con tantos otros…el tiempo, la distancia, la rutina y los niños han hecho que el contacto no sea tan fluido como antaño, aunque el cariño siga siendo el mismo. Por eso, cada vez que pienso en ella, recuerdo aquella frase que dijera el sabio un día: “en vez de querer hacer un océano de un desierto, hagamos primero un oasis”, es decir, que en vez de pretender salvar el mundo, cambiemos el nuestro y ayudemos a la persona de al lado a cambiar el suyo, con una sonrisa, un gesto o simplemente una frase de consuelo…mi amiga B. lo hizo conmigo hace muchos años. Por eso quería contarles hoy su historia (que también es la mía), para recordarles que puede haber una B. cerca suyo si miran bien, o mejor aún, ustedes pueden volverse como ella y ayudar a su prójimo. Pero sobre todo, la cuento para así poder decir lo mucho que quiero a mi amiga B., ya que nunca se lo dije hasta ahora..aunque con lo lista que es la chica, seguro que ya lo sabía.

Dr. Ángel Fernández

miércoles, 27 de junio de 2012

La información en ocasiones es perjudicial para la salud


- ¿Cómo dice, Doctor? 
-¿Qué estar informado es malo?


...esperen, esperen a ahorcarme un minuto o sirvanse escucharme antes de quemarme en la hoguera por hereje. Si después de estas líneas no les he convencido, entonces les autorizo a que me desacrediten.

Esta reflexión me viene rondando la cabeza desde hace más de tres años: en este tiempo he podido observar cómo  aumentaban las consultas  donde, principalmente, había que dedicarse a desmontar mitos o afirmaciones sacadas de la red: que si he leido en Internet que el Alzheimer lo provoca un gusano, que si te entra Alzheimer por comer ternera o (juro que es verídico esto que les voy a contar) que desde que a mi vecina le han puesto el audífono se le ha ido la demencia y dicen que es por las ondas del aparato…en fin, un montón de afirmaciones y preguntas, muchas de ellas respetables y logicas, salpicadas de otras totalmente absurdas y sin sentido que, curiosamente, son las que más cuesta derribar.

Conste que soy de los que piensa que el desarrollo de Internet (o “la Red”) ha supuesto una herramienta revolucionaria de información y que en temas de salud ha permitido que la comunicación ntre presonal sanitario se disparara con enormes ventajas. Por otro lado, también ha permitido que tanto pacientes como familiares tengan acceso a información sobre aspectos de sus enfermedades (diagnóstico, tratamiento, pronóstico) que antes ni soñarían tener…y eso no es malo, porque obliga a que los profesionales tengamos que hacer un esfuerzo de actualización permanente y a la mejora diaria.

Ahora bien, el problema de la información es de donde se obtiene y como se interpreta. No hay que olvidar que hay contenidos en la Red de dudosa credibilidad, que en ocasiones además son difíciles de entender y eso lleva en ocasiones a ideas falsas y preconcebidas que pueden suponer una angustia tremenda al paciente o a la familia.

Si no me creen, les pongo una historia a modo de ejemplo: un caballero del siglo diecisiete se marchó de Londres para huir de la peste (y que así se muriera solo la gente no pudiente) a su casa de campo, donde pasaría el resto de la estación viviendo comodamente y sin preocupaciones, olvidándose de todo y de todos…si les cuento que se pasaba todo el día caminando cerca de los árboles, dedicándose a la vida contemplativa, mientras gente moría abrasada de peste, seguro que el personaje en cuestión les cae ya un poco gordo, y seguro que muchos se alegrarían cuando les dijera que, en uno de esos paseos, una fruta le golpeó en la cabeza y le hizo bastante daño…pues resulta que esa persona se apellidaba Newton, y gracias a aquello descubrió la ley de la gravedad…¿influye o no influye quien y cómo da la información?. 



Dr. Ángel Fernández

viernes, 8 de junio de 2012

“ NUNCA LES PREOCUPE EL HECHO DE EQUIVOCARSE: PREOCUPENSE DE APRENDER DEL ERROR”


Si, si, lo sé: admito que escribir esto en los momentos actuales puede parecer poco correcto o poco menos que suicida, pero que quieren que haga, hay días en que uno se levanta con la profesión de sufridor incorporada a cuestas…

La frase que he escrito en mayúsculas no es de un servidor, sino que la escuché de boca de uno de mis maestros en Medicina Interna, cuando estudiaba mi cuarto año de carrera.  Nos había ingresado un paciente con unas extrañas pérdidas de memoria, el cual, tras múltiples discusiones entre diversos miembros del equipo, fue etiquetado de un problema de riego cerebral. El caso es que el hombre siguió presentando más episodios hasta tal punto que obligó a plantear entre los diversos médicos la posibilidad de que, en verdad, el problema se debiera a otra causa…a pesar de que todo era normal, se decidió poner un tratamiento para epilepsia y el enfermo  en cuestión nunca más tuvo problema alguno. Cuando el paciente salió de la consulta en la última revisión, mi maestro (esos que te cuentan lo que no viene en los libros) me soltó la frase que da título a estas líneas.

Por eso, en estos días, cuando ya han pasado más de quince años  desde aquello (con unos cuantos kilos de más y un bastante menos de pelo) no puedo evitar sonreirme cuando veo la cara de los pacientes en consulta y se sorprenden cuando les digo que no me preocupa que un compañero no haya acertado en el diagnóstico o en un tratamiento concreto…porque he aprendido que esto de la Medicina no es una ciencia, sino un arte tremendamente complejo, donde una persona tiene que interpretar lo que otra le cuenta, sabiendo que los mismos síntomas que Fulanita detalla con todo lujo de detalles se pueden deber a otro problema diferente al de Mengano, ¡aun contando lo mismo!. Vamos, que aquello de que a igualdad de condiciones de Temperatura, humedad y presión ambiental, el organismo hace simplemente lo que le da la gana es más cierto que el Sistema Solar…por todo ello, cada vez que acabo de ver a un paciente, siempre pienso una coletilla que dice “…y si las cosas no van bien, debieramos explorar estas otras opciones”. En resumen, se trata de admitir que, si bien es mucho lo que conocemos y lo que hemos aprendido en todos estos años, es mucho más grande lo que queda por conocer, y es admitiendo nuestra parcial ignorancia como podremos avanzar en el conocimiento de las enfermedades que afectan al ser humano…

Por desgracia, solos no podemos lograrlo: necesitamos el apoyo de los que manejan los recursos y la paciencia y comprensión de aquellos a los que van dirigidas nuestra atención. Solamente trabajando juntos en el mismo sentido lograremos llegar abuen puerto…está en nosotros.

Dr. Ángel Fernández

sábado, 5 de mayo de 2012

Tan acompañados...y tan sólos ( a propósito de las relaciones humanas y su poder terapéutico)

Facebook, Twitter, Tuenti, teléfonos móviles, correos electrónicos, sistemas GPS…es indudable que la tecnología ha sufrido un progreso imparable, que ha llevado las cuotas de comunicación a unos lugares impensables hasta hace unos pocos años. Las cartas que se enviaban, por ejemplo, a nuestro hermano país de México tardaban quince días en tener contestación en nuestro buzón: ahora, a través de un simple correo electrónico podemos saber en tiempo real lo que sucede al otro lado del Océano con toda precisión.

¿Acaso es malo entonces, Doctor?. Ni mucho menos: Internet y sus aplicaciones han permitido que, muchas de aquellas personas cuyos seres queridos y contactos emocionales se encuentran a larga distancia puedan mantener el contacto sin arruinarse, pero…por el contrario, en una amplia mayoría de casos, el uso indiscriminado –cuando no compulsivo- de estas tecnologías ha provocado el efecto opuesto. A modo de ejemplo, les invito a que se paseen un día de fin de semana por cualquiera de los centros comerciales o de los sitios de juego infantiles y juveniles que abundan en nuestras ciudades: si se fijan, verán que muchos de los infantes o preadolescentes se dedican a jugar con los móviles de sus padres, los suyos propios o las videoconsolas de turno, ajenos al compañero que tienen al lado…es decir, muchas personas juntas, pero totalmente asiladas del resto del mundo. Esto llega a tales extremos que se crean realidades alternativas, obviando la realidad y olvidando lo fundamental: la información que se manda a través de todos estos sistemas es muy fría, desprovista del calor humano que el lenguaje, bien hablado o bien mediante gestos y actitudes de nuestro cuerpo, puede transmitir al otro…

Para muestra, un ejemplo: cuando el que escribe se estaba formando como Neurólogo, tenía la curiosa costumbre de fijarse en que, determinados días de la semana, los pacientes sufrían bruscamente subidas de las cifras “de la tensión” o habían dormido mal, sin causa aparente…a este licenciado le llevó dos meses descubrir que esos días coincidían con los días en que se hacía el pase de visita saliente de guardia, con el cansancio acumulado consiguiente y dedicando más tiempo “a lo científico” en vez de “ a lo personal”. Esos días en los que, sin querer, no se hacía la carantoña en la muñeca mientras tomábamos el pulso al enfermo, le preguntábamos qué tal sus dolencias en vez de si estaba bueno el desayuno, o simplemente se nos olvidaba soltar algún piropo a la anciana cuyos nietos no venían hasta la tarde, eran el disparadero para que su estado de salud cambiara sin causa aparente…

Como los ejemplos anteriores, puede haber muchos en el día a día: puede que, sin saberlo, soltando un piropo a la persona que está a nuestro lado, o simplemente dedicando una sonrisa o un gesto amable, podamos alegrar el día a una persona, aunque sea por unas horas. Por eso, es importante recordar que, por mucho que dispongamos de medios, tecnología, ordenadores, complejos programas informáticos y otras cuestiones similares, al final un gesto, una caricia, una expresión o unas simples palabras pueden hacer tanto bien como la mejor de las terapias modernas…por eso, hay que enseñar a las personas a comunicarse, a romper las barreras que la dinámica social del momento impone y mentalizar a la sociedad de que, aquellos grupos que no saben comunicarse adecuadamente, desaparecen sin remedio…

Dr. Ángel Fernández

miércoles, 28 de marzo de 2012

Menos volumen

Su voz de pasión, su voz de amor, Esa voz que es mas que una loca emoción, Voz que enamora, voz de un corazón, Voz que cuando escucho sana mi dolor. (A. Campos)


Qué importante es la voz!!

Ayer por la noche después de participar en un nuevo #teku20 me di cuenta de la gran importancia que tiene nuestra voz a la hora de expresarnos en el día a día. La Dra. Jomeini me mantuvo durante una hora atento a la pantalla del mac casi sin pestañear, atento a todas y cada una de sus palabras y con una leve sonrisa placentera en la boca. Y eso que llevaba unas 15 horas sin parar. Los contenidos eran muy interesantes y aunque la comunicación se entrecortaba no me despegué del portatil...pero lo que más me mantuvo ahí como abducido fue su voz. Dulce, pausada, comunicativa, amigable...

Y hoy me he imaginado en la cola de Admisión, ahí donde dice: " espere su turno aquí". Cuando llego al mostrador me puedo encontrar con esto:

- señor/señorita con la mirada fija en su ordenador y un cortante y fuerte: -Qué quería?

O con esto:

-señor/señorita con la mirada puesta en mí y un suave y pausado: -buenos días, en qué le puedo ayudar? 

(Tu cual prefieres encontrar?)

Tampoco quiero recibir este trato en el mostrador del banco o en la carnicería, pero en la sanidad estos pequeños detalles además de producirte esa "leve sonrisa placentera en la boca", humanizan al centro sanitario y a sus trabajadores. 
Porque a fin de cuentas, trabajamos con y para personas.




Vítor Pumariño
@vitorpumarino
 

domingo, 25 de marzo de 2012

Dr. Aprendizaje

-E-paciente: "Dr. X, ayer me enviaron a través de la red de pacientes un slide muy interesante sobre mi enfermedad y me gustaría que usted pudie..."
-Dr. X: "...un qué?...si quiere saber más de su enfermedad tengo aquí un libro de cuando hice la carrera que le puede servir..."


El uso de las nuevas tecnologías en el mundo sanitario está avanzando a pasos grandes, pero aún son muchos los médicos que se sienten con miedo a abandonar la seguridad de su consulta y comenzar un viaje a través de un camino que ahora mismo les resulta desconocido.

Las búsquedas a través de internet de temas de salud se sitúan como número 2 en todo el mundo y en España un 85% de los pacientes accede a la red en busca de información sobre su enfermedad. De este modo los pacientes han traspasado de una forma más clara la barrera del 1.0 y se han convertido en E-pacientes.

En España siguen siendo los médicos de atención primaria los más activistas en el uso de la red 2.0 y al ser los que mantienen un contacto más directo con el enfermo, sirven como claro ejemplo a los demás facultativos. Grandes profesionales como Enrique GavilánFernando Casado o Salvador Casado apuestan firmemente por el uso de los nuevos canales de interacción con sus pacientes y contribuyen a poner a España cerca de la cabeza en el desarrollo de proyectos de salud dos punto cero.
Otros especialistas como Julio Mayol, Maria José Alonso, Frederic Llordachs, Monica Moro o Rafael Bravo son pioneros en nuestro país en fomentar el uso de la red 2.0 y desde sus respectivos canales de comunicación ofrecen una información muy rigurosa y muy valiosa para sus colegas y sus e-pacientes.

Por todo esto, lo que ahora toca es generar esfuerzos conjuntos para que el concepto bautizado por Dave de Bronkart termine de cuajar en nuestro sistema socio-sanitario. Los médicos que sienten temores en adentrarse en el uso diario de las tic´s y redes sociales tienes que apoyarse en otros profesionales sanitarios de su entorno que ya lo hacen y aprender de ellos. No se puede tener miedo, pues el abanico de posibilidades profesionales que se abre es muy amplio: contactos, comunicación, interacción, aprendizaje...

Como dice el principio 91 del libro de Joaquín Lorente, "Tu puedes"

-La unión de cerebros trabajando sin prejuicios por un fin común es el mayor multiplicador de energía que puede existir.


Vítor Pumariño
Responsable de Calidad
@vitorpumarino


sábado, 17 de marzo de 2012

Otra encuesta?... y Groucho Marx

Nada tiene que ver lo primero con el segundo, pero después de haber leído en el prólogo del libro "El paciente inteligente" una alusión a Marx, he recordado una frase suya que le relaciona con la salud y que me ha hecho esbozar una sonrisa: "Ella consiguió su belleza de su padre; él es cirujano plástico".

 -"Otra encuesta?"

Esto se le pasa por la mente a cada usuario al recibir una nueva encuesta después de hacer uso de comprar algún bién material o de hacer uso de un servicio, ya sea un hotel, un centro comercial...o un hospital.
Pero, y qué hay detrás de esos folios blancos con preguntas y valoraciones?
Pues básicamente una forma de conseguir un feedback directo de la satisfacción del cliente y a fin de cuentas, un ahorro de los costes. 

El eje central de la encuesta de satisfacción, es conocer la percepción que los clientes tienen de nuestros productos y servicios. Es esta percepción la que generará o no la tan preciada satisfacción. Conocer realmente lo que piensa el cliente una vez que ha utilizado nuestros servicios, cómo valora la tención recibida, qué le han parecido nuestros precios y cómo nos ve frente a la competencia es de vital importancia a la hora de planificar la mejora contínua y las estrategias empresariales de marketing.

En el proceso de creación de la encuesta intervienen varios factores, tales como mediciones del tiempo de implementación de la misma, el tamaño y número de preguntas de la misma, el diseño del canal de recolección de datos y la forma de contacto final.

A partir de aquí, pues comienza un trabajo de análisis o trabajo de campo, en el cual se desarrollan una serie de gráficas en base a unos datos cuantificables y a otros cualificables, que llevarán a la empresa a la obtención de unos resultados muy fiables de "cómo lo estamos haciendo y en qué debemos de mejorar".

Feedback, en definitiva.




 Vítor Pumariño, Responsable de Calidad
 @vitorpumarino


martes, 14 de febrero de 2012

Esas extrañas letras: ele o pe de

Hablando recientemente con una buena amiga sobre la implantación de un sistema de LOPD en una empresa de servicios socio-sanitarios, me han venido a la cabeza unas cuantas cosas que he detectado durante estos años en el ámbito en el que yo me muevo.

Más allá de que los profesionales de la salud con bata blanca escriban menos de lo debido en las HHCC de los pacientes ( muchas veces no sé si por vagancia o por que no saben escribir), hay que ser muy consciente de con qué tipo de datos estamos tratando.

La correcta aplicación de las medidas que nos impone la AEPD no están ahí solamente para recaudar de vez en cuando (tampoco se puede negar esto), si no que son algo con lo que todos nos sentimos amparados. No sólo los pacientes que religiosamente firman esas “hojas de la eleopedé”, si no todos los profesionales sanitarios, administrativos, médicos, enfermeras, personal de limpieza, etc...que de una forma u otra tenemos nuestros datos personales en directorios de empresa, fichas u otros formatos. Todos somos empleados por cuenta ajena, autónomos o personal en prácticas, pero todos tenemos un derecho sobre el correcto tratamiento que se da a nuestros “datos de carácter personal”.

No es necesario que sepamos lo que significa Documento de Seguridad, Fichero de Gestión de Personal, Responsable del Fichero o Encargado de Tratamiento, tan sólo necesitamos saber que nuestros datos son nuestros y debemos de asegurarnos de que se tratan de la forma correcta.

Un práctica habitual que hago yo desde hace años es observar / escuchar siempre las referencias a la protección de datos antes de decir / escribir los míos en un portal web, en una red social, en una encuesta de satisfacción o en una llamada a un call center.

El refranero español para esto es muy sabio: “más vale prevenir”.

  

viernes, 3 de febrero de 2012

Venticuatro / Siete

Urgencias 24 horas: de sanitarios y no sanitarios.

Con la utilización cada vez más activa de las tecnologías de la información, hemos llegado a un punto en el cual los no sanitarios tambien cubrimos 'el servicio' durante las venticuatro horas del día.

Un paciente entra por la puerta de urgencias solicitando atención inmediata debido a un accidente laboral o a una caída fortuita mientras competía en la carrera pedestre de turno.
Lo mismo sucede cuando en nuestro smartphone o tablet nos llega esa noticia de última hora o nos mencionan en un tweet.

En ambos casos es necesaria una respuesta rápida: el paciente necesita una exploración meticulosa por parte del médico y la enfmera, mientras al otro lado de la red, esa persona anónima pero a la vez conocida espera una respuesta a su tweet.

En la atención sanitaria urgente se deja un informe médico de la visita y si se ha respondido a las espectativas del paciente, este comunicará su buena experiencia con por lo menos 3 personas.
En la comunicación a través de la red, nuestro tweet o nuestra noticia en la web, dejará un rastro en forma de marcador o lista, con lo que el número de followers o visitantes se ampliará.

Con ello también lo hará el número de potenciales pacientes que acudan a nuestro servicio de urgencias despues de haber sufrido un accidente laboral o una caída fortuita mientras competía en la carrera pedestre de turno.

Urgencias Social Media #24 horas.


Vítor Pumariño

miércoles, 1 de febrero de 2012

Unidad de Riesgo Cardiovascular



 Las enfermedades cardiovasculares son las enfermedades que afectan al corazón (infarto de miocardio,…), cerebro (ictus cerebrovascular) o a la circulación de las piernas (claudicación vascular). Son importantes por ser muy frecuentes y graves; constituyendo la principal causa de muerte en nuestro país. La probabilidad de tener una de esas enfermedades depende en gran medida de la existencia de factores de riesgo cardiovascular; fundamentalmente la hipertensión arterial, el colesterol, la diabetes, el sobrepeso/obesidad o el tabaquismo.

   Para reducir al máximo la probabilidad de morir o enfermar por una enfermedad cardiovascular, es precisa la evaluación sistemática e integral de todos esos factores de riesgo.

En ese sentido la unidad de riesgo cardiovascular del Hospital de la Reina proporciona los medios adecuados para cuantificar el riesgo cardiovascular y posteriormente tratar de manera conjunta los diferentes factores de riesgo cardiovascular (hipertensión, colesterol, diabetes), así como promocionar hábitos saludables (dieta adecuada, práctica de ejercicio físico, evitar hábito tabaquito).




Cartera de servicios o prestaciones:

·         -Valoración integral del riesgo cardiovascular.
·         -Tratamiento médico de los factores de riesgo vascular.
·        - Medidas antropométricas (estatura, peso, perímetros, índice de masa corporal).
·        - Monitorización ambulatoria de la presión arterial durante 24 horas (MAPA).
·         -Electrocardiografía.
·         -Ecocardiografía.
·       -  Índice tobillo / brazo (ITB).
·        - Fondo de ojo.


 Hospital de la Reina, hospital Ponferrada



jueves, 5 de enero de 2012

Especial Navidad Bierzo 7


En una época en la que los niños son en muchas ocasiones el centro de estas festividades, me gustaría que nos dieses unas pautas a tener en cuenta para nuestra actuación con respecto a ellos.

Teniendo en cuenta que la rutina de los niños cambia durante las fiestas navideñas, ya que son las primeras vacaciones largas desde el comienzo del colegio al principio del curso, unido a las emociones que el niño siente en estas fechas, debido tanto a los regalos que recibe como al ambiente familiar que se respira y también por la desaceleración del ritmo habitual del niño; todo esto influye en su comportamiento y en su estado de ánimo. Lógicamente, las actitudes de los padres respecto al niño deben adaptarse a estas circunstancias. Además, durante las navidades, es posible que también los padres puedan disfrutar de unos días de vacaciones durante estas fechas, con lo cual pasarán más tiempo con los niños. Todo esto facilita un espacio para que los padres puedan dedicar tiempo para estar con sus hijos, prestándose a compartir juegos con ellos, dado oportunidad con ello a que ambos, tanto el adulto como el niño, puedan hacer que esta experiencia sea maravillosa. También pueden surgir enfrentamientos entre los hermanos debido a que estos pasarán más tiempo juntos, por lo que la labor de contención, tanto por parte de los padres como por parte de los cuidadores durante estas fechas también será necesaria, no olvidando la necesidad de poner ciertos límites en este sentido, adoptando un papel mediador entre los conflictos de los niños.

Cómo debemos actuar en relación a los regalos? ¿Se debe poner un tope a sus peticiones (un número concreto de regalos que pueden pedir o esperar…)?

Cuántas veces hemos oído decir a nuestros padres “Mi madre me regalaba unos calcetines para reyes y era la niña más feliz del mundo” o “Me parecía maravillosa la muñeca de trapo que mis padres me regalaban en reyes”. Parece ser que nuestros padres disfrutaban mucho más y eran más felices con muchos menos regalos. Y por lo visto debe ser verdad, porque ahora, aunque la oferta de juguetes es infinita, si es cierto que los niños no disfrutan tanto de ellos, quedando seguramente arrinconados a los pocos días. Y es que, de verdad, hoy día esas necesidades han cambiado. O mejor dicho, nos han hecho creer que han cambiado. Desde mediados de Septiembre, los medios de comunicación, sobre todo la televisión, se encargan de crear necesidades en los niños que realmente no tienen, intentando que interioricen el mensaje “tienes que tenerlo, debes conseguirlo, etc. …”. Lo que consiguen con esto es que, tanto los padres como los niños, terminen creyéndose que realmente es necesario tenerlo todo, y que si no se tiene no se va a estar satisfecho al 100%. Por otra parte, el conceder a los hijos todo lo que pidan, puede ser una conducta por parte de los padres para lavar su conciencia, como compensación por el poco tiempo que pasan con ellos, teniendo en cuenta que hoy día, tanto el padre como la madre trabajan y tienen que cumplir con un horario laboral.  En mi opinión, no se le hace ningún favor al niño llenando su habitación de juguetes. Respecto a si se debe poner un tope a sus peticiones, en mi opinión creo que  un exceso de regalos es perjudicial para el niño ya que,  puede provocar que estos entren en una especie de espiral en la que cada año el número de regalos debe ser mayor. Además, esto puede provocar que los niños de hoy se conviertan en adultos insatisfechos y por eso es conveniente y necesario que los padres acostumbren a sus hijos a convivir con la frustración de manera que, cuando en el futuro no puedan conseguir lo que quieran o encuentren dificultades para conseguirlo, no se rindan y no se vengan abajo. El hecho de que un niño no tenga en navidad un regalo determinado no es motivo para que este pueda desarrollar un trauma psicológico, mientras que el tener todo lo que desean, puede convertirles en adultos insatisfechos e insaciables.

Debemos ‘dirigirles’ hacia un tipo de regalos concreto o seguir sus preferencias?

En mi opinión, no se trata de, o bien respetar sus preferencias, o bien dirigirles hacia un tipo de regalos concreto, sino combinar ambas tendencias. Con esto quiero decir que a la hora de elegir los juguetes de nuestros hijos debemos tener en cuenta sus preferencias sin tener en cuenta, por ejemplo, el sexo de nuestros hijos y sí teniendo en cuenta su edad. Ante la elección de los regalos que queremos hacer a nuestros hijos, y concretamente a la elección entre un juguete educativo o lúdico, ante todo debemos elegir un juguete lúdico ya que, todos los juguetes educan  en distintas facetas de la personalidad del niño, no actuando sólo en el aspecto cognitivo, sino que también actúan en algo tan importante como el desarrollo motor, las habilidades sociales, el desarrollo del lenguaje, la afectividad y la imaginación; muchas veces  disminuida debido a que el niño se convierte en espectador por la sofisticación de los juguetes de hoy en día. Respecto a la edad, es necesario que el juguete se adapte a la edad del niño para que éste pueda aprovechar al máximo las ventajas que les ofrece el juguete en cada etapa de la vida del niño.
Otra cuestión importante a la hora de elegir el juguete es si elegimos juguetes para “niño” o “niña” o elegir los juguetes preferidos de nuestros hijos sin tener en cuenta el sexo de estos. En mi opinión, no debemos imponer a nuestros hijos perfiles de comportamiento, ya que estos tienen derecho a ser educados del mismo modo evitando las desigualdades en este sentido desde que los niños son pequeños. Por ello, recomiendo que los padres no diferencien entre sexos y que fomenten el juego común entre niños y niñas, siempre que estos quieran. Es necesario saber y tener claro que el hecho de que, por ejemplo, uno niño juegue con muñecas no supone la adopción en el futuro de un rol erróneo, ya que este temor no tiene ningún fundamento.

Ante la posibilidad de que haya peticiones de regalos caros, y más en tiempos de crisis, ¿cómo debemos actuar?

En los tiempos de crisis que corren, es importante que los niños entiendan lo que significa la crisis y que no siempre se van a poder cumplir todos sus deseos. Por ello creo que es necesario hablar con los niños acerca de esta problemática. Los niños deben ser conscientes de que no siempre se puede obtener lo que se desea, tanto en relación a los regalos de navidad como en la vida en general, así como que el conseguir el mejor juguete o el juguete más caro, no está relacionado de ningún modo con que sea más feliz. Es necesario hacerles entender que con otros juguetes más baratos se puede disfrutar igual e inculcarles el aprecio hacia las cosas pequeñas. Un consejo útil sería pedirles a los niños que escribieran dos cartas a los Reyes Magos o a Papá Noel. En una de ellas pedirían cosas baratas (juguetes sencillos, pinturas, tebeos, cosas necesarias como ropa…) y en la otra los juguetes que le gustaría obtener para cuando haya pasado la crisis. De este modo, los padres siempre pueden elegir los regalos adecuados evitando e intentado que el presupuesto familiar se desequilibre.

Hasta cuándo y de qué forma se debe mantener en ‘secreto’ la identidad de los Reyes Magos? (Teniendo en cuenta además que el colegio es la principal fuente de información a este respecto)

Es realmente bonito ver como nuestros hijos mantienen su ilusión en la creencia de que existen los reyes magos. Los padres disfrutan viendo cómo el niño conserva la inocencia durante los primeros de su vida y cómo viven la navidad con ilusión por la llegada de los Reyes Magos o Papá Noel. Inevitablemente, algún día esto llega a su fin y tarde o temprano los niños se enterarán de que los Reyes Magos o Papá Noel no existen. Pero, ¿Cuándo es el momento adecuado para desvelar el secreto? Principalmente no es aconsejable desvelar la identidad este secreto cuando el niño está un una fase del desarrollo en la cual aún es inmaduro para entenderlo, ya que el niño debe poder comprender el sentido de la tradición cultural o religiosa en la que se encuentra inmerso dicho secreto. Posiblemente, cuando llegue el momento adecuado, lo ideal sería mantener una conversación con el niño, un momento lejos de la Navidad, enseñando todo el significado de este secreto, intentando que el niño, que cree ciegamente en los reyes magos, no crea que los padres le están engañando. Por ello, es importante esperar a que el niño se encuentre en un momento del desarrollo evolutivo adecuado, para que pueda entenderlo. Por otra parte, otro motivo para desvelar el secreto a los niños, es hacerles conscientes de los verdaderos valores morales de la sociedad y del significado del este secreto, evitando así que este caiga precipitadamente en un consumismo puro y duro.
Lo más habitual es que el niño se entere del secreto a través de los compañeros del colegio. Si esto sucediera, lo mejor es admitirlo con naturalidad, explicando al niño que todos hemos niños y que llegado el momento hemos descubierto ese maravilloso secreto.

Cómo se les puede potenciar el sentido de la solidaridad en la época más consumista del año?

La Navidad es quizás la mejor época del año para fomentar la solidaridad en nuestro hijo. Es el momento para inculcarles que no todos los niños son afortunados en estas fechas y que hay niños que no tienen la suerte de tener juguetes como ellos ni tampoco comida o ropa, es decir, que la Navidad no son unas fechas felices para todo el mundo, puesto que hay niños que carecen absolutamente de todo e incluso hay niños que han perdido a sus sus seres queridos y que no tienen a sus padres ya con ellos. Por ello, puede ser una buena idea el inculcarles el compartir, por ejemplo, los juguetes que ellos ya no usan con niños menos afortunados que ellos. Podemos pedirles que nos acompañen a asociaciones, como por ejemplo, Cáritas para que ellos mismos sean los que donen sus juguetes a los niños menos afortunados, haciéndoles ver que este gesto tan generoso dice mucho acerca de ellos mismos y que realmente es un acto valioso que les ayudará a ser mejores personas cuando sean mayores. También sería buena idea hacerles incluir en la carta a los Reyes Magos, algún juguete para estos niños que no tienen nada y alabar este acto de manera que el niño sienta que es solidario y que eso está bien.


Y ya que en estas fechas ellos tienen vacaciones y muchos padres no, ¿cómo se debe dividir su jornada diaria para que además de descansar y jugar tengan también tiempo para otro tipo de actividades como hacer deberes (si es que los tienen desde el colegio o si no por iniciativa de los padres), leer o ayudar en casa?


Al igual que en las vacaciones estivales, en las fiestas de Navidad es importante encontrar y mantener un equilibrio entre el descanso y los deberes del colegio, es decir, teniendo en cuenta que todavía queda mucho curso lectivo por delante, los niños deben seguir haciendo deberes, bien los que les hallan mandado en el colegio o bien por iniciativa de los padres. Para ello, es necesario establecer una rutina diaria de horarios, durante los cuales habrá establecidos periodos de descanso y periodos de trabajo, aunque siempre desde un punto de vista flexible, ya que al fin y al cabo el niño está de vacaciones. Para llevar esto a cabo con éxito, en mi opinión es necesario que durante los primeros días de las vacaciones de Navidad, el niño se dedique a descansar y a disfrutar del ambiente navideño, procurando que el niño no piense en las obligaciones del colegio. Pasados unos días, quizás durante la última semana de vacaciones, sería buena idea que el niño se fuera adaptando progresivamente a los horarios y la rutina lectiva, por lo que poco a poco deberá ir adquiriendo de nuevo los hábitos tanto a nivel de trabajo, como de comidas y horarios. Evidentemente esto no es fácil teniendo en cuenta que la mayoría de los padres siguen trabajando durante la época navideña, con lo cual los padres deberán hacer un esfuerzo para supervisar las tareas que sus hijos han realizado durante su ausencia, dejando el tiempo que padres e hijos estén juntos para disfrutar plenamente de la Navidad. También es una buena idea motivar y reforzar el trabajo del niño de manera que el momento de actividades gratificantes para este se convierta en una recompensa por el trabajo realizado por la mañana.


Entrevista a D. Javier del Valle Cuadrado, Psicólogo del Hospital de la Reina